MUY PELIGROSO
Fumadores pasivos, ¿qué consecuencias para la salud tiene fumar delante de los niños?
La inhalación involuntaria de las sustancias tóxicas presentes en el humo del cigarrillo puede tener consecuencias graves, tanto a corto como a largo plazo para los fumadores pasivos, sobre todo para los niños. Existe un riesgo elevado de sufrir muchas patologías y enfermedades.
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La exposición al humo del tabaco representa un riesgo significativo y comprobado para la salud de los niños por diversos motivos. Numerosos estudios han demostrado que los menores que están expuestos al tabaquismo pasivo presentan mayor incidencia de problemas respiratorios y aumento en el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.
Este artículo está escrito con la intención de informar a padres y cuidadores sobre los efectos perjudiciales del tabaquismo pasivo para los niños.
Fumar embarazada: Efectos para el feto
Se ha demostrado a partir de numerosos estudios científicos que la inhalación pasiva del humo del tabaco por parte de los niños puede tener consecuencias perjudiciales en todas las etapas de la vida, incluso antes de nacer.
Una mujer embarazada que fuma debe conocer el riesgo que este hábito tiene para su futuro bebé, ya que está demostrado que estos bebés tienen un peso más bajo al nacer. Además, existe un mayor riesgo de complicaciones en el embarazo con abortos espontáneos, parto prematuro y se triplica el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante durante los primeros meses de vida.
"Los niños de padres y madres que fuman, inhalan nicotina en cantidad equivalente a un tabaquismo activo de 60-150 cigarrillos por año".
Además, que la madre fume durante el embarazo afecta al desarrollo cerebral y pulmonar del bebé.
Por el contrario, está demostrado que en las mujeres que dejan de fumar antes del embarazo no existe ningún efecto negativo sobre el recién nacido.
¿Fumar delante de los niños les afecta negativamente?
Durante la infancia se estima que hasta el 50% de menores españoles están en riesgo de tabaquismo pasivo. Se refiere a que estos niños inhalan de forma involuntaria el humo que exhalan las personas cercanas que fuman. En este humo existen unas 4.000 sustancias químicas, siendo muchas de ellas cancerígenas. Se ha comprobado que los niños de padres y madres que fuman, inhalan nicotina en cantidad equivalente a un tabaquismo activo de 60-150 cigarrillos por año.
Las consecuencias para la salud de estos niños afectan a diferentes niveles, pero lo más importante son:
- Padecen un 70% más de infecciones respiratorias de vías altas que los niños no expuestos.
- Tienen un mayor riesgo de padecer otitis purulentas crónicas, faringitis y amigdalitis.
- En niños un poco más mayores, la exposición al humo del tabaco aumenta el diagnóstico de asma, precisando más medicación para controlarlo y con más número de crisis y de mayor gravedad.
- Mayor frecuencia de sobrepeso y obesidad en niños menores de 5 años.
- El riesgo de desarrollar cáncer, tanto en los primeros 5 años de vida como en la edad adulta, aumenta de forma considerable con el tabaquismo pasivo.
- Como dato alarmante: hasta el 17% de los casos de carcinoma primario de pulmón en no fumadores adultos puede atribuirse a la exposición al humo del tabaco en la infancia y adolescencia.
- Otras situaciones que se asocian a la exposición al tabaco en niños son la hiperactividad o la caries dental.
¿Cómo afecta fumar delante de adolescentes?
En los adolescentes, la inhalación de humo se asocia a otros síntomas tales como:
- Tos persistente.
- Aumento de procesos infecciosos pulmonares (como bronquitis o neumonías).
- El 90% de fumadores se iniciaron en la adolescencia y uno de los factores que más influye en este hecho es que se fume en casa. Es decir, que sus propios padres sean fumadores.
- Los adolescentes que fuman tienen mayor probabilidad también de beber alcohol, consumir otro tipo de drogas e incluso, incurrir en conductas sexuales de riesgo.
En conclusión, es fundamental que los padres tomen conciencia del impacto que fumar cerca de los niños tiene en salud y bienestar. Por ello, los pediatras debemos informar de estos riesgos desde las primeras visitas de salud y animar a dejar el tabaco o al menos evitar fumar en presencia de los niños, no solo para proteger su salud física, sino también para ofrecerles un ejemplo positivo y responsable.
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