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CSIC

Un estudio demuestra que la atmósfera tiene cada vez más sed

El estudio, en el que participa el CSIC, revela que la "sed" de la atmósfera ha agravado en un 40% las sequías en los últimos 40 años en todo el planeta.

La demanda evaporativa atmosférica aumenta provocando sequías más severas

La demanda evaporativa atmosférica aumenta provocando sequías más severasISTOCK

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La principal conclusión a la que ha llegado un estudio internacional publicado en el último número de la revista Nature es que la atmósfera terrestre es capaz de absorber la humedad más rápido que lo que tarda en reponerse, actuando como una esponja invisible. La capacidad de la atmósfera para absorber agua en forma de vapor, conocida como demanda evaporativa, es superior incluso en zonas donde la frecuencia de las lluvias no ha variado.

La atmósfera demanda más agua aunque llueva

Según los investigadores, la causa de este efecto se debe al incremento de las temperaturas a nivel global. “A medida que el planeta se calienta a causa del cambio climático, la demanda evaporativa atmosférica aumenta y provoca sequías más graves, incluso en regiones húmedas”, explica Sergio Vicente, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), la PTI Clima y coautor del estudio. De hecho, “el incremento de la severidad de las sequías en las regiones húmedas se debe a que la atmósfera demanda más agua, y no porque llueva menos”, aclara el científico.

Los científicos eran conscientes de la importancia de la demanda atmosférica, pero hasta la fecha nunca antes se había analizado con tanto detalle su impacto global utilizando observaciones reales. Para llevar a cabo este novedoso estudio, ha sido necesario emplear un conjunto de datos climáticos de alta resolución que abarcan más de un siglo, aplicando métodos avanzados para rastrear cómo ha ido evolucionando el aumento de la demanda de la atmósfera y cuánto han empeorado las sequías. Los resultados demuestran que el área de la superficie de tierras sometidas a las sequías más severas se ha incrementado un 74% en los últimos 5 años, principalmente debido al aumento de dicha demanda.

Alerta temprana y gestión de riesgos

Con el objetivo de gestionar mejor los riesgos para la agricultura, los recursos hídricos, la energía y la salud pública, los autores defienden, que es fundamental incluir esta demanda en el monitoreo de sequías en lugar de depender únicamente de los datos sobre precipitaciones. Con la evolución del cambio climático proyectado, en especial con el incremento de las temperaturas, se estima que el impacto de la demanda se intensifique en las próximas décadas.

“Nos enfrentamos a un gran desafío -explica Solomon H. Gebrechorkos, primer autor del estudio-, ya que no existe una forma directa de medir cuán sedienta está la atmósfera a lo largo del tiempo”. Y resalta: “Necesitamos actuar ahora, desarrollando estrategias de adaptación socioeconómica y ambiental específicas, así como sistemas mejorados de alerta temprana y gestión de riesgos. Muchas de las zonas afectadas ya están teniendo dificultades para hacer frente a sequías severas. Aunque costó años conseguir que este estudio alcanzara su máximo potencial, valió la pena, porque las conclusiones son muy impactantes”, puntualiza Gebrechorkos.

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