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Alma
Captan qué ocurre cuando tu cuerpo muere
¿Y si esto que se ve fuese nuestro alma? Los científicos captan el momento justo después de la muerte.
¿Algún día sabremos qué hay justo después de la muerte? Es el gran enigma de la existencia y es la piedra filosofal de las religiones. Sin embargo, la ciencia no cede terreno y sigue investigando. Un grupo de investigadores de la Universidad de Calgary ha conseguido captar un instante nunca antes visto, el momento en el que se apaga la vida.
Los científicos dejan al margen la perspectiva filosófica aunque ya han surgido las primeras voces que relacionan el hecho de que estas emisiones no se produzcan en máquinas que imitan el comportamiento humano sería porque la luminiscencia podría ser una manifestación física del alma. Pero ¿qué es el alma? ¿Es inmortal?
En 2018 los doctores Stuart Hameroff y Sir Roger Penrose afirmaron que el alma existía y que se encontraba contenida en estructuras denominadas microtúbulos, alojadas en las células cerebrales. Otro reportaje, apuntaba a que en una experiencia cercana a la muerte estos microtúbulos pierden su estado cuántico, pero la información dentro de ellos no se destruye. Es decir que, en términos comprensibles, el alma no muere, sino que volvería al universo. Pero, como ya hemos indicado, en este estudio solo se aborda la perspectiva científica y se hace alrededor de las emisiones fotónicas ultradebil.
Hace años que se descubrió que los seres vivos emiten una radiación luminosa que pasa desapercibida para el ojo humano y que se conoce como emisión fotónica ultradébil que es consecuencia de los procesos bioquímicos y metabólicos que mantienen activas las células.
Este grupo de investigadores llevó a cabo estudios con ratones y con plantas y las conclusiones obtenidas son diversas. Los ratones fueron colocados en una cámara oscura y sus emisiones de luz fueron capturadas antes y después de la muerte. La primera es que las emisiones aumentaban bajo condiciones de estrés fisiológico. Por ejemplo, al cortar una hoja la intensidad aumentó.
Sin embargo, la afirmación más destacable tras el estudio es que se localizó un importante contraste entre la emisión fotónica ultradébil de células vivas y muertas. Cuando cesan las funciones vitales, esa misteriosa luz se apaga de forma abrupta. Esta relación entre la luminiscencia con la vida celular marca la diferencia de la bioluminiscencia que se aprecia en animales como luciérnagas, o la radiación térmica de los cuerpos calientes.
Este hallazgo además de suponer un cambio importante en el debate filosófico los investigadores lo redirigen hacia el campo de la medicina ya que esta emisión fotónica ultradébil se presenta como un nuevo método diagnóstico, no invasivo. Para captar estas emisiones se usó una tecnología avanzada de cámaras digitales, combinadas con sensores CCD y EMCDD, capaces de captar señales lumínicas extremadamente débiles, de apenas 10 a 1000 fotones.
De ser así los agricultores podrían identificar signos tempranos de estrés o enfermedad en los cultivos sin tener que recurrir a métodos destructivos y trasladado a la medicina humana con una imagen tendríamos información de cómo está el organismo por dentro.
Se cree que el alcance del descubrimiento es tal que incluso antes de que una persona manifestase síntomas se podría detectar una enfermedad metabólica o se podría también identificar un mal funcionamiento de algunos tratamientos.
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