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LIMPIEZA EFECTIVA

Lavar los vasos también tiene su truco: los errores más comunes que terminan estropeándolos

Aunque lavar los vasos es una tarea muy sencilla, hay pequeños gestos que pueden marcar la diferencia. Desde cómo los secamos hasta cómo los guardamos, algunos errores comunes pueden afectar su limpieza y provocar malos olores.

Persona lavando un vaso

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Lavar los vasos es una tarea de lo más cotidiana, pero lo cierto es que hay detalles que solemos pasar por alto y que pueden afectar tanto a la higiene como a la durabilidad de nuestras piezas de cristal. Incluso en algo tan sencillo como esto, hay pequeños errores que marcan la diferencia.

Vasos
Vasos | Unsplash

Uno de los más frecuentes es usar siempre la misma esponja, incluso cuando ya está en mal estado. Es fácil olvidarse de cambiarla, pero lo cierto es que una esponja en mal estado puede acumular muchas bacterias que, sin darnos cuenta, estamos trasladando a los vasos.

Además de ser antihigiénico, un estropajo viejo puede generar malos olores o incluso restos difíciles de eliminar más adelante. Lo ideal es cambiarlo cada pocos días y asegurarse de que estén siempre bien enjuagados y secos.

Otro punto importante es cómo secamos los vasos. A veces, por rapidez o costumbre, recurrimos a un trapo de cocina. Aunque esté limpio a la vista, puede contener humedad o pequeñas bacterias. Lo mejor es dejar que se sequen al aire, un escurridor limpio y con buena ventilación es más que suficiente.

Persona secando un vaso
Persona secando un vaso | iStock

Lo más recomendable es guardarlos boca arriba, aunque pueda parecer más higiénico colocarlos boca abajo, esa postura impide que se aireen del todo y puede dejar algo de humedad en el fondo, provocando olores con el tiempo. Dejar que el aire circule en su interior es clave para mantenerlos frescos y limpios, tal y como explica la experta en limpieza Andrea.

Cuidar bien de nuestros vasos es cuestión de pequeños gestos como lavar con una esponja limpia, dejar secar al aire y evitar que queden húmedos al guardarlos. Son detalles que parecen mínimos, pero que marcan la diferencia en el día a día.

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