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Insulina

El hospital de A Coruña, de los primeros en probar las nanobombas de insulina: "La libertad que te da no se puede explicar"

El dispositivo pesa 20 gramos y funciona como un parche. María José lleva 30 años teniendo que inyectarse insulina y asegura que la mejora en la calidad de vida es total. "La llevas sin que nadie se de cuenta", asegura.

Así es la nanobomba de insulina

Así es la nanobomba de insulinaAntena 3 Galicia

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María José tiene 53 años y lleva casi 30 teniendo que inyectarse insulina. "A los 26 me diagnosticaron diabetes. Fue de repente, no tenía situaciones de riesgo ni antecedentes", explica. Desde ese momento tocó aprender medirse la glucosa, a pensar en qué, cuándo y cuánto iba a comer y, por supuesto, a pincharse. "Yo ya empecé con las plumas, ya no llegué a utilizar las jeringas", recuerda.

A los 41 se quedó embarazada y fue entonces cuando su endocrina le recomendó colocarse una bomba de insulina. Desde aquel momento ya no se la volvió a quitar. Se trata de un aparato conectado al cuerpo que istra la insulina a lo largo del día. "A mi me resultó más cómodo llevar la bomba que estar pinchándome 4 veces al día. Por lo menos me evitaba eso. Pero no tiene nada que ver con esto que llevo ahora". Ella es una de las pacientes en las que se está probando la nanobomba de insulina que el Hospital de A Coruña está empezando a utilizar. Es uno de los primeros hospitales en España en hacerlo y la experiencia está siendo más que positiva.

La revolución de la nanombomba

"La diabetes supone que el páncreas deja de producir insulina. La insulina es imprescindible para vivir por lo que hay que istrarla desde el exterior", explica la endocrina Teresa Martínez. “"A lo largo de los años han ido mejorando las insulinas y la manera de istrarlas también. Desde aquellas jeringas terroríficas con agujas inmensas de hace muchos años, a los aparatos que tenemos hoy en día", continúa la doctora.

Hasta este momento los pacientes de este hospital tenían la posibilidad de utilizar bombas de insulina como la que llevaba María José hasta ahora. Pero se trataba de bombas de un tamaño considerable que iban unidas al cuerpo a través de un cable y que, en muchos casos, limitaban las actividades diarias. La nanobomba supone una gran revolución.

Pesa 20 gramos y funciona con una aplicación móvil

"Se trata de un dispositivo que pesa 20 gramos y que funciona como un parche. Lo pegas y despegas directamente. Sin cables ni nada. Las bombas que teníamos hasta ahora pesaban 120 gramos, es seis veces menos", explica la endocrina. Se maneja a través de una aplicación en el teléfono móvil. El paciente le dice lo que va a comer y la bomba calcula la cantidad de insulina que necesita. La istra de manera constante a lo largo del día y también hay la posibilidad de que istre dosis a mayores si son necesarias.

"Yo ya he notado que mis curvas de glucemia son mucho más estables", asegura María José."Aún es pronto porque llevo tres semanas usándola pero creo que a nivel médico voy a mejorar", espera.

"Puedes hacer una vida totalmente normal"

Por no hablar de su calidad de vida. "Es una maravilla, te puedes vestir como quieras sin pensar en que se va a ver o que no te sirva la ropa. Al no tener cable, te evitas estar todo el día con el cuidado de no engancharlo. Puedes hacer una vida totalmente normal", asegura entusiasmada. La anterior tenía que quitársela para hacer ejercicio o para ir a la playa. "Con los riesgos que eso suponía, con esta ya no va a pasar".

"Hay que pensar que con la diabetes los pacientes tienen que tomar decisiones constantemente, desde que se levantan hasta que se acuestan. Tienen que estar atentos a qué van a comer y cuánto, a si van a tener actividad física, si van a tener un pico de estrés, todo. La cantidad de insulina que necesitan varía", reflexiona la endocrina Teresa Martínez. "Todavía no tenemos la cura de la diabetes, pero mientras tanto la tecnología puede ayudar mucho", asegura.

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