Gala 5 | Actuación

Gisela recrea la magia de Rigoberta Bandini sobre el escenario con ‘Kaiman’

La cantante ha recreado una de las actuaciones más mágicas de la artista catalana muy bien acompañada en el plató de Tu cara me suena.

Gisela recrea la magia de Rigoberta Bandini sobre el escenario con ‘Kaiman’

Publicidad

Gisela Lladó protagonizó un momento único en la pasada gala de Tu cara me suena al abrir la gala imitando a su gran amiga Chenoa. Además, al finalizar la actuación, las dos nos deleitaron cantando ‘Atrévete’ juntas.

Para esta quinta gala, Gisela Lladó ha tenido que meterse en la piel de una artista actual muy querida y que ha sacado grandes temas en los últimos años: Rigoberta Bandini. Aunque ha podido escoger entre varias canciones, la que finalmente ha interpretado ha sido Kaiman.

Gisela ha conseguido captar la esencia de Rigoberta desde el primer momento y ha tratado de calcar sus gestos y sus giros vocales. Además, ha estado muy bien acompañada por un gran grupo de mujeres que han llenado de magia la actuación.

Para Gisela Lladó esta actuación ha sido muy especial por el mensaje que guarda contra el edadismo y por la bonita puesta en escena que Rigoberta Bandini interpretó en su día. ¡Revive su actuación completa en el vídeo de arriba!

Antena 3» Programas» Tu cara me suena

Publicidad

Elisabeth contrata una excursión turística por el Amazonas y termina secuestrada por piratas: "Temí por mi vida"

Elisabeth contrata una excursión turística por el Amazonas y termina secuestrada por piratas: "Temí por mi vida"

Viajaba junto a su familia cuando, en mitad del tour por el Amazonas, fueron interceptados por unos piratas que les amenazaron y robaron todo lo que tenían. Ahora, la empresa no se hace cargo de lo ocurrido y asegura que son cosas que suelen ocurrir.

María

María cae en la estafa de la soledad y pierde 200.000 euros: "Era una persona muy cercana y sabía que me sentía sola"

La depresión y la soledad que sentía María fue el filón perfecto para que una empresa de inversiones se aprovechara de ella. Cada día, un asesor le llamaba a la misma hora y, lo que para ella era un acompañamiento, se convirtió en su mayor condena.