Embarazo no diagnosticado
Cynthia perdió a su bebé el día del parto, y supo de su embarazo a los 5 meses de gestación: ¿negligencia médica?
Su historia está marcada por una posible negligencia médica y un presunto abuso de autoridad policial. A día de hoy, Cynthia pide apoyo institucional y legal que le permita salir de una situación límite, recomponer su vida y sanar una herida que aun duele.

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Durante 2024, Cynthia acudió en varias ocasiones a los servicios de urgencias y a su médico de cabecera en Tenerife. Manifestaba síntomas compatibles con un embarazo: náuseas, fatiga, molestias abdominales. Sin embargo, en cada visita recibió siempre el mismo diagnóstico: gastritis. No se le realizó ni una prueba de embarazo ni una ecografía, a pesar de haber insistido en varias ocasiones.
"No me creyeron. Nunca me consideraron como gestante", lamenta Cynthia. Fue solo cuando se trasladó a Gran Canaria que ella ya advirtió síntomas que le hicieron sospechar y decidió hacerse un test, posteriormente acudió a un centro sanitario, que el 5 de diciembre de 2024 le confirma que estaba embarazada, y de cinco meses.
Para entonces, ya era demasiado tarde para interrumpir legalmente la gestación. Se vio obligada a continuar con un embarazo no deseado, en condiciones muy precarias: sin hogar, sin ingresos, sin apoyo familiar ni institucional.
Malviviendo en un trastero sin contrato de alquiler
Cynthia había viajado a Gran Canaria con la esperanza de encontrar trabajo y reconstruir su vida, pero se topó con la realidad del mercado de vivienda tensionado. Incapaz de acceder a un alquiler, terminó viviendo en un trastero en desuso, propiedad de una mujer que, aunque no la conoce personalmente, conoce su situación y permite que vivan ahí para que el espacio esté cuidado, pero con la que no mantenía ningún contrato. En términos legales, Cynthia es una okupa.
Fue en ese espacio improvisado, sin ventilación ni condiciones mínimas de habitabilidad, donde pasó los últimos meses de su embarazo. En soledad, sin seguimiento médico adecuado y en un entorno que no garantizaba su seguridad ni la del feto.
El peor desenlace: pierde a su bebé el día del parto
El 24 de abril de 2025, cuando Cynthia comenzó con contracciones y se preparaba para dar a luz, ocurrió lo impensable. Su hija falleció dentro del vientre, pocas horas antes del parto natural. La noticia la dejó devastada. “Sigo intentando procesarlo. Me arrebataron la posibilidad de decidir. Me obligaron a vivir algo que no quería, y luego me quitaron incluso eso”, confiesa Cynthia.
Hoy busca explicaciones y apoyo en su situación. Ha decidido hacer público su caso para que ninguna otra mujer vulnerable pase por lo mismo. Ha presentado una reclamación patrimonial al Gobierno de Canarias para solicitar una indemnización por los daños y perjuicios que le ha causado todo este episodio.
Presunto acoso policial para empadronarse
Apenas unas semanas después de todo lo ocurrido, Cynthia recibió una llamada telefónica de un agente de la Policía Nacional en referencia a una supuesta inspección de empadronamiento.
Después de confirmar su identidad, el agente pronunció una frase que ella vivió como una amenaza: “aún no ha pasado nada, pero podría pasar”. La intención del agente era acudir esa misma noche al domicilio de Cynthia. Sola y en un estado emocional frágil, rechazó la visita nocturna, a lo que el agente le respondió que incluiría una “connotación negativa" en su informe”.
Denuncia la actuación policial y pide apoyo
A estas alturas, Cynthia solo quiere recuperar su vida, encontrar un trabajo y poder mudarse a un espacio digno donde reconstruir su bienestar físico y emocional. Para ello, ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional por el comportamiento del agente que, según ella, actuó con intimidación y abuso de autoridad durante una llamada relacionada con su empadronamiento.
Además, pide la difusión pública de su caso, convencida de que contar su historia puede ayudar a visibilizar otras situaciones similares: “Me han dejado atrapada en una situación límite”, afirma.
Cynthia aporta documentación médica que respalda su relato sobre la negligencia sufrida durante el embarazo y el fallecimiento de su hija. Está desesperada por encontrar una salida, por ser escuchada, por recibir el apoyo institucional que hasta ahora le ha sido negado, porque lo que ha tenido que vivir no debería volver a ocurrirle a nadie.
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