Condena en Argentina
Apoyo en las calles de Argentina a Cristina Fernández tras su condena de cárcel e inhabilitación perpetua
Seis años de prisión, inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y una fuerte multa. Es la condena que ha impuesto la Corte Suprema de Argentina a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Miles de simpatizantes han salido a las calles en su apoyo.
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Las calles aledañas al Instituto Patria, sede del kirchnerismo, comenzaron a llenarse después de conocerse la condena. Partidarios de Cristina Fernández se congregaron esperando la llegada de su líder. Fernández de Kirchner no les defraudó y saludó a sus seguidores desde el balcón, agradeciendo el apoyo recibido. "Este no es un problema de Cristina, es un problema de la democracia", aseguraban desde el entorno de la expresidenta. "Esta condena terminaría con la democracia que supimos construir desde el 83 para adelante y empieza la democracia con proscripciones, como nos tocó vivir con Perón", añadían desde su círculo íntimo.
La condena también ha generado reacciones a nivel internacional. Más de 250 figuras políticas y organizaciones de diversos países han expresado su apoyo a la exmandataria, rechazando lo que consideran una persecución judicial y mediática. La defensa de Fernández de Kirchner ha anunciado su intención de llevar el caso ante organismos internacionales de derechos humanos, argumentando que el proceso judicial estuvo plagado de irregularidades y motivaciones políticas.
Una sentencia que genera división
La Corte Suprema de Argentina ratificó la condena a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La sentencia afirma que ha realizado istración fraudulenta en la concesión de obras públicas en Santa Cruz durante sus mandatos presidenciales. Su abogado defensor, Carlos Beraldi, declaró a C5N, un canal de televisión de Buenos Aires, que había solicitado que se le permitiera a Fernández, de 72 años, cumplir su condena en arresto domiciliario dada su edad.
Fernández dominó la política argentina durante dos décadas y creó, junto a su marido, el principal movimiento populista de izquierda del país conocido como kirchnerismo, junto a su esposo, Néstor Kirchner (presidente de Argentina de 2003 a 2007). Los organizadores de estas concentraciones afirman que "los que están detrás de esto son Mauricio Macri, Milei y los grandes grupos económicos", y agregan que "aquí no hay un problema de justicia. Lo que les da miedo es lo que puede llegar a significar una vuelta de Cristina al gobierno. Primero se les cayó el intento de designar a dos jueces por decreto, después el intento de aprobar en el Congreso Ficha Limpia y, por eso, ahora deciden avanzar con el Poder Judicial para meterla presa. Lo que no quieren bajo ningún concepto es competir en las urnas", remarcan en su entorno.
Una sentencia que sus seguidores consideran una persecución política y judicial. Las protestas se han extendido desde Buenos Aires hasta otras provincias. Un símbolo, para algunos, de la profunda polarización que vive Argentina.
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