Koldo
El bar Franky, la tapadera donde se blanqueaban los cobros opacos entre Koldo García y Acciona
Era mucho más que un simple local de hostelería, era el intermediario entre Koldo y Acciona.
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El Bar Franky, un local de hostelería situado en el centro de Pamplona y justo enfrente del Palacio de Justicia de Navarra, se ha convertido en uno de los puntos señalados en la investigación policial de la 'trama Koldo'. Aunque el toldo todavía conserva el nombre original, el bar ya no está en manos de los mismos dueños que lo gestionaban durante los años en que, según la Guardia Civil, se convirtió en el intermediario clave de una trama de cobros opacos.
Según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el Bar Franky era mucho más que un local, lo utilizaban como una tapadera. Allí, el mecanismo era sencillo. El local emitía facturas ficticias por comidas y cenas que nunca se celebraban, con importes que oscilaban entre los 700 y los 2.750 euros. Estas facturas iban dirigidas a la constructora Acciona, que pagaba a través de transferencias bancarias, como si fueran gastos ordinarios de empresa.
Una vez que el dinero llegaba a las cuentas del bar, el efectivo era retirado y entregado a Koldo García, el principal investigado en la trama, quien pasaba por el local a recoger el "dinerito", tal y como se referían en los mensajes internos. Así, el Bar Franky actuaba como intermediario, camuflando los pagos de Acciona y facilitando la entrega de fondos en metálico a los implicados.
El informe de la UCO detalla que la relación entre Koldo García y Acciona se remonta a 2015, cuando el directivo Fernando Merino Vera, entonces responsable de la empresa en Navarra y La Rioja, comenzó a colaborar con el exasesor en el marco de proyectos de construcción en la provincia. Las comunicaciones intervenidas muestran cómo Francisco Javier Lorente, gestor del bar, y su asesor Miguel Moreno, participaban en la emisión de facturas falsas y en la gestión de los cobros.
Un ejemplo de ello ocurrió el 26 de noviembre de 2016, cuando Koldo envió a Moreno una tarjeta de Acciona con el NIF de la empresa, y este último le preguntó a quién debía ir dirigida la factura y a qué cuenta debía hacerse el abono. La respuesta del exasesor fue que los pagos debían ir a la cuenta de Lorente, y él se encargaría de justificar la operativa. Tres días después, Moreno remitió una factura de 1.525 euros a nombre de Acciona Infraestructuras.
La operativa se repitió en numerosas ocasiones. En enero de 2017, Koldo pidió que se emitiera una factura de comidas porque, según él "se había metido en un pequeño lío". En julio de ese año, Moreno envió a Koldo y al bar Franky las facturas de gastos del mes, cumpliendo instrucciones precisas. Incluso en octubre de 2017, Moreno avisó a Koldo de que ya tenía "¡dinerito!" disponible para recoger.
La UCO considera que este sistema se mantuvo durante varios años, hasta que Koldo García y su entorno se trasladaron a Madrid. El informe policial destaca que las facturas, que tenían siempre importes elevados y conceptos de comidas o cenas, servían para camuflar las comisiones cobradas a cambio de adjudicaciones de obras públicas.
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