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Roland Garros

Así se gestó 'el milagro de París' en la final más larga en la historia de Roland Garros, por Carlos Alcaraz

El mago de El Palmar firmó una epopeya 'a lo Nadal' en la final más larga de la historia de Roland Garros y la segunda en un Grand Slam. Así salvó las cuatro bolas de campeonato y terminó coronándose en el supertiebreak del quinto set.

Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se abrazan tras la final de Roland Garros 2025, la más larga de la historia del torneo

Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se abrazan tras la final de Roland Garros 2025, la más larga de la historia del torneoGetty Images

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Estadio central Philippe Chatrier, París (Francia), es domingo 8 de junio de 2025 y el reloj marca 3 horas y 43 minutos de partido, Jannik Sinner, número 1 del mundo, dispone de tres bolas de campeonato (6-4, 7-6, 4-6, 5-3, 40-0 al resto) para proclamarse campeón de Roland Garros por primera vez en su carrera, ganar su cuarto Grand Slam -tercero seguido- y romper la racha de cuatro derrotas consecutivas ante Carlos Alcaraz. No había vuelta atrás para el español, no cabía posibilidad alguna de darle la vuelta. Sin embargo, el genio de El Palmar y reciente campeón del torneo, se disponía a escribir en letras mayúsculas una epopeya pocas veces vista en la historia del deporte y que solo Djokovic y Nadal supieron emular antaño en varias ocasiones.

Tres bolas de torneo, cuatro minutos y cinco puntos consecutivos...

Son las 19:10 en París y Carlos encara tres bolas de torneo en contra. Todo apunta a que se va a despedir de defender su corona en la ciudad del amor. Sin embargo, en el tenis, como en la vida, nada termina hasta que termina, valga la redundancia.

Alcaraz salva la primera tras un intercambio de ocho golpes, la derecha de Sinner se va larga por un pelo, 15-40. Segundos después el italiano se juega de primeras un revés paralelo que también se va fuera, esta vez por más margen, 30-40. Sexto punto, y después de cinco golpes, Alcaraz manda una derecha a fondo de pista y sorprende a Jannik, que incómodo y desequilibrado estrella su derecha en la red. El imperturbable número 1 del planeta mira a su box por primera vez. No da crédito, no entiende lo que está pasando. Es deuce. La Chatrier entra en ebullición y empuja a Carlitos a conectar uno de los pocos aces del partido para ponerse con ventaja (Ad-40). Cuatro minutos después de que el transalpino afrontara las tres bolas de campeonato, Carlos Alcaraz Garfia resbala sobre la tierra parisina, conecta una derecha paralela a la línea y se lleva la mano a la oreja para escuchar como retruenan los más de 15.000 aficionados -en ese momento apóstoles del murciano- para dar el primer paso hacia el milagro de París. La placa de Rafa Nadal y sus 14 títulos estrenada hace justo dos semanas es testigo de lujo de una hazaña a la altura del balear.

A partir de ahí, el resto es historia del tenis y del deporte. Puede sonar muy redundante y repetitivo, y más cuando en España hemos disfrutado de Rafa Nadal y sus milagros durante 20 años, pero los afortunados que presenciaron lo vivido desde las 15:28 de la tarde a las 21:00 de la noche se pueden considerar los más afortunados del mundo, alguno incluso pagó 1.200 euros a última hora para unirse a la fiesta. Otros muchos, más bien millones de personas, se tuvieron que 'conformar' con verlo desde la televisión, la radio... o la web de Antena 3 Deportes.

Tras ponerse 5-4 rompió el saque del de San Candido (lo perdió 7 veces en la final cuando en todo el torneo solo lo entregó en tres ocasiones), llevó el set al tie-break y se impuso con contundencia por 7-3. El quinto y definitivo parcial duró 80 minutos y se resolvió como lo merecía, con un supertiebreak al mejor de 10 puntos, algo que no se había producido en una instancia final de Grand Slam desde que se implantó la regla en 2022. El que perdura en nuestras memorias es el enfrentamiento de cuartos de final de Wimbledon 2022 entre Nadal y Fritz que finalizó con una agónica victoria de Rafa: 3-6, 7-5, 3-6, 7-5 y 7-6 (10-4), que a la postre le obligaría a retirarse antes de semifinales por una lesión abdominal. Carlitos, lejos de sentir la presión, apabulló a Sinner endosándole un 10-2 y claudicando al italiano con una ing de derecha paralela en carrera.

El milagro de París en la final más larga en la historia de Roland Garros

Alcaraz se rebozó en la tierra como su ídolo cuando el reloj de partido marcaba 5 horas y 29 minutos, y ya era desde hace rato la final de Roland Garros más larga de la historia, que hasta entonces pertenecía a Wilander y Vilas, que estuvieron 4 horas y 42 minutos. Esas cinco horas y media solo quedaron por detrás de la batalla que Rafa Nadal y Novak Djokovic protagonizaron en la final del Open de Australia 2012 (5 horas y 53 minutos) que se llevó el balcánico por 5-7, 6-4, 6-2, (5) 6-7 y 7-5.

Recuerdos del Nadal-Medvedev del Open de Australia 2022

También fue inevitable que nuestra cabeza viajara en el tiempo a hace algo más de tres años, cuando Rafa Nadal perdía la final del Open de Australia 2022 ante Daniil Medvedev por 2-6, 6-7, 2-3 (0-40) y terminó dándole la vuelta con un ejercicio de supervivencia inigualable que le valió para remontar, alzar su segundo grande en Australia y acuñar la gesta como 'el milagro de Melbourne'. 5:24 duró la final que acabaría con este marcador: 2-6, 6-7(5), 6-4, 6-4 y 7-5. Ese día fue recordado también como la victoria 'del hombre vs la tecnología', ya que el entonces famoso y ya decadente win predictor dio un 4% de opciones de remontar a Nadal tras los dos primeros sets. Este pasado domingo ni oímos hablar de él. Con un español vale de bien poco.

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