Renacer | 2 de junio
El precio de amar a Timur: Bahar ve en Rengin la misma soledad y el dolor que la destrozó
A veces el pasado vuelve en forma de espejo. Bahar se ha visto reflejada en Rengin. Y ha recordado cuánto duele amar a un hombre como Timur.
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Tras la discusión con Timur, Rengin ha abierto la puerta sin esperarlo y se ha encontrado con Bahar. Ninguna de las dos sabía que Umay no estaba donde decía. A Rengin le había dicho que estaba en la academia. A Bahar, que estaba en casa. En realidad, Umay estaba con Cem.
Mientras esperaban en el salón, el silencio lo decía todo. Bahar ha observado la casa: flores por el suelo, objetos tirados…Sin duda, señales de una pelea con Timur. Se ha sentado junto al piano. Rengin, en el sofá, sin fuerzas para fingir.
Las dos han empezado a llorar. Bahar ha visto por primera vez el sufrimiento de Rengin. Ha roto el hielo y le ha preguntado: “¿Quieres que te prepare un café?”. Pero Rengin le ha dicho que no.
Entonces, al ver que no quería ni hablar ni tomar nada, Bahar ha optado por no insistir. Ha mirado la copa vacía… y, sin decir mucho más, se la ha llenado.
Rengin no ha podido contenerse. Entre lágrimas, se ha disculpado por mostrarse tan rota.
Y en ese instante, Bahar lo ha comprendido todo: el dolor de Rengin, su soledad, los problemas con Timur… y lo mucho que todo aquello se parecía a lo que ella misma ya había vivido.
Durante años, Bahar vivió a la sombra de esa misma angustia. Se culpó, se rompió en silencio, hasta que entendió que no era su culpa. Y ahora que ve a Rengin rota, perdida y destruida, la ha visto como a una mujer atrapada en el mismo laberinto que una vez la consumió a ella.
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