window.onload = function () { (function(){function r(e){if(!window.frames[e]){if(document.body&&document.body.firstChild){var t=document.body;var n=document.createElement("iframe");n.style.display="none";n.name=e;n.title=e;t.insertBefore(n,t.firstChild)}else{setTimeout(function(){r(e)},5)}}}function e(n,a,o,c,d){function e(e,t,n,r){if(typeof n!=="function"){return}if(!window[a]){window[a]=[]}var i=false;if(d){i=d(e,r,n)}if(!i){window[a].push({command:e,version:t,callback:n,parameter:r})}}e.stub=true;e.stubVersion=2;function t(r){if(!window[n]||window[n].stub!==true){return}if(!r.data){return}var i=typeof r.data==="string";var e;try{e=i?JSON.parse(r.data):r.data}catch(t){return}if(e[o]){var a=e[o];window[n](a.command,a.version,function(e,t){var n={};n[c]={returnValue:e,success:t,callId:a.callId};if(r.source){r.source.postMessage(i?JSON.stringify(n):n,"*")}},a.parameter)}}if(typeof window[n]!=="function"){window[n]=e;if(window.addEventListener){window.addEventListener("message",t,false)}else{window.attachEvent("onmessage",t)}}}e("__tcfapi","__tcfapiBuffer","__tcfapiCall","__tcfapiReturn");r("__tcfapiLocator");(function(e,t){var n=document.createElement("link");n.as="script";var r=document.createElement("link");r.as="script";var i=document.createElement("script");i.id="spcloader";i.type="text/javascript";i["defer"]=true;i.charset="utf-8";var a="https://sdk.privacy-center.org/"+e+"/loader.js?target_type=notice&target="+t;if(window.didomiConfig&&window.didomiConfig.){var o=window.didomiConfig.;var c=o.country;var d=o.region;if(c){a=a+"&country="+c;if(d){a=a+"®ion="+d}}}n.href="https://sdk.privacy-center.org/";r.href="https://sdk.privacy-center.org/";i.src=a;var s=document.getElementsByTagName("script")[0];s.parentNode.insertBefore(i,s)})("829e56eb-a72b-4b64-91c3-1e63c21ebf06","PycgBf28")})(); };

Narcopisos

Los vecinos de un edificio de A Coruña atemorizados por un narcopiso: "A todas horas hay drogadictos por aquí"

Los problemas comenzaron hace años pero últimamente el trasiego de toxicómanos es constante.

La protesta de los vecinos

La protesta de los vecinos Antena 3 Galicia

Publicidad

Avenida de Oza número 114. Es el edificio de la inseguridad, el epicentro de los problemas del barrio y el motivo de las protestas de los vecinos. En el sexto derecha vive un hombre que consume y vende droga, sostienen los vecinos.

"A todas horas hay drogadictos por aquí y siempre hay algún problema", comenta María Dolores, una de las vecinas afectadas. Las peleas son constantes y la falta de sueño empieza a pasar factura a los vecinos. Explican que van a trabajar sin dormir porque, sobre todo por la noche, los toxicómanos llaman al telefonillo una y otra vez, y aporrean la puerta del narcopiso.

Algunos vecinos, como Álvaro, han optado buscar otro lugar donde dormir. "A veces, cuando estoy con mi hija pequeña, me voy a casa de mis padres para que pueda dormir. Aquí es imposible", explica.

A esto se le suma el miedo de los mayores pero también de los más jóvenes. El hijo de Consuelo, otra mujer afectada, tiene temor a salir solo de casa por lo que pueda encontrar en el portal. Al parecer es ya habitual encontrar a grupos de toxicómanos en las escaleras e, incluso, consumiendo droga en las zonas comunes.

El propietario del inmueble pasó un tiempo en la cárcel y entonces los vecinos descansaron, pero a su salida todo a ido a peor. Por ello han vuelto a protestar, una vez más, y piden una mayor presencia policial en la zona. Además, aseguran que no es el único narcopiso de la zona. Quieren que el 114 de la avenida de Oza vuelva a ser el lugar que fue, un edificio más.

Publicidad