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Jabalíes

Los jabalíes comparten playa con los bañistas en Maro (Málaga): "No hay que tocarlos"

Es habitual verles ya en espacios urbanos, pero también están llegando a la playa en busca de comida y puede resultar peligroso para los bañistas.

Los jabalíes comparten playa con los bañistas en Maro

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El inicio del verano en Málaga ha venido acompañado de un espectáculo inesperado: jabalíes disfrutando del sol y la arena. Mientras las temperaturas superaban los 30 grados este fin de semana, la playa de Alberquilla, en el Paraje Natural de Maro-Cerro Gordo (Nerja), se convirtió en escenario de una escena poco común: un grupo de cinco cerdos salvajes paseando entre sombrillas y neveras, buscando restos de comida entre los bañistas.

El suceso, captado en vídeo por Juan Olalla, uno de los presentes, no dejó indiferente a nadie. Las imágenes muestran a los animales moviéndose con curiosidad por la orilla, alejados del agua pero atraídos por los olores de alimentos. Un perro incluso intentó interactuar con una de las crías, mientras los adultos husmeaban entre la arena en busca de sobras, especialmente trozos de sandía, según relató un testigo.

Convivencia peligrosa

Aunque la escena resultó pintoresca, también generó controversia. Mientras algunos visitantes arrojaban comida a los animales, otros alertaban sobre los riesgos de acercarse a fauna salvaje. "No hay que tocarlos, pero como se ven cerca, algunos se confían", comenta Olalla. De hecho, en uno de los vídeos se observa cómo una bañista llega a tocar a una cría, mientras una de las jabalinas adultas pasa cerca de una pareja, provocando un momento de tensión.

Expertos en fauna coinciden en que este tipo de interacciones son peligrosas. Los jabalíes, aunque puedan parecer inofensivos, son animales impredecibles, especialmente si se sienten amenazados o protegiendo a sus crías. Las autoridades recomiendan no alimentarlos y avisar de inmediato a los servicios de emergencia para evitar situaciones de riesgo. Sin embargo, el pasado sábado nadie llamó a las autoridades, y los animales abandonaron la playa por su cuenta, tras horas de deambular entre la arena y la maleza.

Un fenómeno con trasfondo

Este incidente no es aislado. La creciente urbanización de zonas naturales y la falta de precaución con los residuos alimenticios están propiciando que especies silvestres se adentren en espacios humanos. En el caso de Nerja, la playa de Alberquilla, rodeada de pinares y vegetación, actúa como frontera entre el hábitat natural de estos animales y las áreas turísticas.

Su presencia empieza a ser cada vez más frecuente en muchos puntos de la provincia, especialmente en la costa, al haber más densidad poblacional y tener el monte cerca. El ayuntamiento de Málaga, por ejemplo, ya está tomando medidas para disuadirlos con los olores o sonidos que les perturbe, así como eliminación de papeleras de balancín, entre otras. Si todas ellas fracasan, se estudia la posibilidad de usar dardos narcotizantes.

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