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Prisiones

Los drones vuelven a enviar móviles y droga a presos de la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga)

Según el CSIF, no hay medios suficientes para frenar la introducción de elementos prohibidos en el centro penitenciario.

Un dron sobrevolando el cielo

Un dron sobrevolando el cieloIstock

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El cielo nocturno sobre el centro penitenciario Málaga I, en Alhaurín de la Torre (Málaga), fue nuevamente escenario de una intrusión ilegal. A las 4:00 de la madrugada, el zumbido característico de un dron activó las alarmas del personal penitenciario. Lo que parecía otro intento aislado de violar la seguridad del recinto terminó revelando una preocupante realidad: el uso creciente de estos dispositivos para introducir objetos prohibidos en prisión.

La intervención del equipo de funcionarios del módulo 9 permitió interceptar la carga del dron en el interior de una celda. Dentro de una bolsa se encontraron dos teléfonos iPhone, un tercer dispositivo móvil, varios cargadores y cuatro tabletas de hachís, cada una con un peso superior a los 100 gramos. Gracias a la rapidez en la actuación, los objetos no llegaron a distribuirse entre la población reclusa.

Medidas preventivas

En la celda donde fue hallada la bolsa residían dos internos, y uno de ellos ha sido trasladado de inmediato al módulo de aislamiento como medida preventiva mientras se esclarecen los hechos.

Este nuevo episodio ha sido denunciado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que ha exigido a la istración penitenciaria una respuesta inmediata ante lo que consideran una amenaza creciente para la seguridad en los centros penitenciarios. Desde el sindicato denuncian que no se dispone de tecnología adecuada para prevenir estas intrusiones, como sistemas de detección de drones o inhibidores de señal que impidan su operación.

“Nos enfrentamos a dispositivos cada vez más sofisticados y a una estrategia delictiva bien organizada”, han señalado desde CSIF. “La profesionalidad de los funcionarios ha evitado consecuencias más graves, pero no podemos seguir dependiendo solo de su dedicación para frenar este tipo de amenazas”.

Vulnerables desde el aire

Además de reforzar los medios técnicos, el sindicato ha reclamado una batería de medidas estructurales: el reconocimiento del personal penitenciario como agente de la autoridad, la adecuación de la carga de trabajo, más formación, y una equiparación salarial con las comunidades autónomas que ya gestionan sus prisiones. También han reiterado la necesidad urgente de transferir la Sanidad Penitenciaria a las comunidades autónomas, dada la falta de personal médico en muchos centros.

Antecedentes recientes

Este no es un caso aislado. En el mismo centro de Alhaurín de la Torre, ya se han registrado en los últimos meses al menos otros tres intentos similares mediante drones. Asimismo, en la prisión de Soto del Real (Madrid), en 2023 se frustró otro intento en el que un dron cargado con tarjetas SIM y sustancias estupefacientes fue detectado antes de alcanzar su destino. En Córdoba, funcionarios también incautaron un paquete lanzado por dron que contenía cocaína y teléfonos móviles. Todo apunta a una tendencia al alza que preocupa cada vez más a los profesionales del sistema penitenciario.

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